La tecnología juega uno de los factores más importantes para combatir el coronavirus. 🦠

La epidemia de COVID-19 es sin duda un reto global y una de las razones principales de la rapidez de su propagación son los avances técnicos que han permitido una rápida movilidad de las personas alrededor del mundo. Sin embargo, la tecnología también es un aliado clave para luchar contra el coronavirus.

Vivimos una situación sin precedentes en muchas décadas, pero también contamos con medios para combatir las enfermedades que no hubo en anteriores epidemias. Y no hablamos solo de tecnología médica, sino de muchos otros aspectos.

Controlar el coronavirus requiere una cuarentena con enormes implicaciones: cese de actividades laborales, aislamiento social, restricciones en actividades cotidianas como acudir al supermercado… pero también es importante analizar cómo la tecnología nos ayuda a superar estas problemáticas.

Una de las claves para frenar el coronavirus son las medidas de distancia social, es decir, mantener a las personas alejadas las unas de otras. De esta forma se reduce el ritmo de contagio para que la sanidad no se sature más.
 
Sin embargo, paralizar por completo a un mundo con más de 7 mil millones de habitantes tiene consecuencias que también son importantes, sobre todo en lo económico. Por suerte, gracias a Internet mantener las clases es posible y muchos puestos laborales también se pueden adaptar al trabajo online.
 
 
Muy buena parte de las tareas que se desarrollan en una oficina son sencillas de trasladar a un entorno online. En general, la infraestructura se mexicana encuentra preparada, pues las rápidas conexiones de fibra son la norma en las ciudades y con el 4G y la llegada del 5G se puede abarcar muchos lugares.
 
 

El problema surge con la capacidad de la red, pues el tráfico ha crecido mucho con millones de personas encerradas en casa. Netflix, YouTube, Disney+, HBO GO y otros servicios que consumen muchos datos han reducido voluntariamente la calidad del vídeo para aliviar la carga.

A la hora de trabajar, las apps de videollamadas son muy útiles para reuniones virtuales, aparte de que existen diversas herramientas para el teletrabajo, incluyendo Office 365 para los documentos, Slack o Microsoft Teams para comunicarse en equipo, y Google Drive o Dropbox para compartir archivos.

Por otro lado, hay herramientas para la educación a distancia, como Moodle, que pueden servir de ayuda. En especial para alumnos universitarios y usuarios con conexiones estables.

La tecnología permitiría perfectamente el trabajo y la educación a distancia, pero en muchos casos lo que falla son los procedimientos en empresas y centros educativos, que no se han podido adaptar tan deprisa ante la llegada del coronavirus.
 
 
En definitiva, si bien los avances que han hecho posible la globalización tienen parte de culpa de la epidemia del coronavirus, también la tecnología está ayudando de forma clave frente al COVID-19, y adaptándose muy deprisa a las necesidades que surgen en este escenario insólito.
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